Actualmente, el tabú sobre las enfermedades mentales está cada vez más desmantelado. Existen enfermedades mentales cuya prevalencia es elevada o bien han recibido más atención por la sociedad (como la depresión, la ansiedad, la anorexia, etc.)
Sin embargo, existen otras enfermedades mentales desconocidas para la gran mayoría. ¿Quieres saber cuáles son?
A continuación puedes encontrar una recopilación de trastornos y síndromes psicológicos y neuropsicológicos con una sintomatología peculiar y digna de mención:
Trastornos psicológicos/psiquiátricos extraños:
- Síndrome de Cotard, también llamado «delirio nihilista» o, en primera instancia, «delirio de negación». Se trata de un trastorno delirante donde el paciente afectado niega la existencia de una parte de su cuerpo o de sí mismo en su totalidad. A veces, la negación de una parte del cuerpo puede adoptar la creencia de putrefacción de uno o varios miembros, o simplemente el paciente puede creer no existir, haber muerto o, en el caso contrario, ser incapaz de morir. Normalmente, este delirio suele ir acompañado por otros síntomas que lo mantienen, como lo son las alucinaciones olfativas (olor a podredumbre) o cenestésicas, somáticas o viscerales (sensación de descomposición de uno o varios órganos).
- Síndrome de Capgrass o la ilusión de Sosías en un trastorno neuropsiquiátrico en el que el paciente cree que un familiar o persona allegada está siendo remplazada por un impostor o por un doble exacto. Al contrario, en el síndrome de Fregoli la persona puede llegar a creer que varias personas a la vez adoptan la identidad de una sola y de que varias personas a la vez son una única persona disfrazada.
- Síndrome de Clerembault o delirio erotomaníaco: Se trata de un subtipo de trastorno delirante en el que el tema central es la idea de que una persona está enamorada del sujeto. La idea delirante suele referirse a un amor romántico idealizado, a una unión espiritual más que a una mera atracción sexual. Es más frecuente en mujeres que en hombres y muchas veces, es frecuente que el delirio adopte la forma de un ser famoso, el cual la persona considera enamorado/a de el/ella.
- Despersonalización y desrealización: La despersonalización se caracteriza por sentimientos de que uno es un observador externo de sus pensamientos, sentimientos y conductas. El sujeto llega a sentirse, literalmente, fuera de su cuerpo, como un mero observador de sí mismo. La desrealización, por su parte, es el sentimiento de irrealidad y de extrañeza extrema con respecto al exterior, caracterizado por la sensación de que todo ha cambiado o de que se está viviendo un sueño o una película, con la sensación de distanciamiento emocional hacia todo lo que rodea al sujeto. Se trata de dos condiciones no necesariamente patológicas que todos podemos sufrir alguna vez, si bien suelen ser consecuencia de una ansiedad extrema y causar un sufrimiento que puede resultar muy incapacitante en lo personal y en lo laboral.
Síndromes neurológicos y neuropsicológicos extraños:
- Síndrome de la mano ajena o síndrome de la mano alienígena. Se trata de un trastorno neurológico poco frecuente que se caracteriza por movimientos involuntarios, incontrolables y sin una finalidad determinada por el miembro afectado. Lo curioso del síndrome es que, normalmente, estos movimientos entren en conflicto o rivalizan con el miembro opuesto (por ejemplo, mientras que el sujeto se abrocha la camisa con una mano, se la desabrocha con la mano afectada). Así, el miembro afecto suele ser percibido con mucha ansiedad y extrañeza debido a que el sujeto no reconoce ni las acciones emprendidas por éste ni tampoco que forme parte de su cuerpo (lo que en este caso convergería con un delirio nihilista o de negación). Puede encontrarse como síntoma acompañando a otras enfermedades neurológicas o bien como resultado de un accidente cerebrovascular de etiología isquémica o hemorrágica. Anatómicamente, es considerado un síndrome de desconexión interhemisférica (resultado de lesiones en el cuerpo calloso) o bien de daños en el área motora suplementaria, lóbulo frontal, parietal posterior o tálamo.
- Heminegligencia contralateral: La heminegligencia unilateral o heminegligencia es un conjunto de síndromes (heminegligencia espacial, heminegligencia representacional, heminegligencia personal y otros) que se caracteriza por una dificultad para atender, orientarse o responder ante los estímulos situados en el hemicampo contralateral al hemisferio dañado, sin un déficit sensorial o motor que pueda explicar estos hechos. Así, normalmente, los pacientes suelen omitir el campo izquierdo ya que las lesiones se han producido en el hemisferio derecho, siendo uno de los síntomas más frecuentes tras un daño cerebral adquirido. Como consecuencia, los pacientes llegan a omitir todo lo que ocurre en su lado izquierdo, con lo que pueden llegar a no vestirse, afeitarse o asearse la mitad de su cuerpo o a no comerse la mitad izquierda de su plato. Normalmente, la heminegligencia suele ir acompañada también de anosognosia o falta de conciencia de enfermedad, de modo que cuando a los pacientes se les pregunta por qué han dejado medio cruasán en el plato suelen responder que en el plato no hay nada y que ya se han comido lo que había.
- Asimbolia dolorosa: Se trata de un desorden neurológico en la percepción de los estímulos dolorosos donde, aunque las respuestas vegetativas están preservadas, no existe una respuesta psicoafectiva al dolor. Esto suele causar muchos problemas en los pacientes ya que no existe una respuesta conductual de retirada hacia el estímulo nocivo, llegando a tener muchos accidentes o lesiones cutáneas graves tales como cortes o quemaduras. En estos casos, los pacientes comprenden el carácter nocivo y peligroso del dolor y llegan a sentirlo ya que sí hay aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración y otras respuestas vegetativas, pero no existe la sensación psicológica de dolor debido a una desconexión entre el sistema sensorial y el límbico.
- Agnosia visual: La agnosia visual es una forma específica de agnosia caracterizada por una incapacidad cerebral para reconocer o comprender estímulos visuales. Existen varios tipos de agnosia visual: agnosia visual aperceptiva (deterioro en el reconocimiento de objetos), agnosia visual asociativa (deterioro en la atribución de significado o utilidad hacia el objeto), prosopagnosia (deterioro en el reconocimiento de rostros), simultagnosia (deterioro en la percepción integrada de las imágenes) y acromatopsia (ausencia de reconocimiento del color sin existir una lesión en la retina, es decir, el color se percibe pero no se reconoce como tal). Las agnosias suelen ocurrir debido a una lesión en las áreas asociativas de la visión, localizadas en el córtex occipital.
- Libro relacionado: «El hombre que confundió a su mujer con un sombrero» (Oliver Sacks)
- Síndrome orbitofrontal: Se trata de un síndrome caracterizado por cambios bruscos en la personalidad, en la consciencia moral, en el juicio y en la planificación y toma de decisiones. Tradicionalmente, se ha relacionado mucho con la psicopatía o con la conducta antisocial, si bien no se puede determinar con exactitud la relación entre ambos. La corteza orbitofrontal (COF) es la región del lóbulo frontal de nuestro cerebro encargado de la toma de decisiones y de los mecanismos de procesamiento de las emociones, las recompensas y las reacciones frente al castigo. En humanos, una lesión en esta parte del cerebro ha sido relacionada con comportamiento desorganizado, falta de empatía, comportamiento agresivo y antisocial y alteraciones en la personalidad. El caso de Phineas Gage ha sido uno de los más estudiados en este ámbito: un obrero de ferrocarriles que después de atravesarse por accidente el cráneo, concretamente el COF, con una barra de hierro, sufrió graves alteraciones propias de este síndrome.